Era 1994. Mi mamá me había dicho que mi tia Evangelina (asi se llama) había regresado por fin de Europa y que teníamos que ir a verla. Yo solo tenía recuerdos de ella por las cosas que había escuchado y visto en casa de la abuela. Sabía que se había ido a vivir a Suiza hace unos años y que tenía un novio inglés. Sabía que le gustaba enviar postales y que su cabello tenía mucho volumen. Sabía que habia terminado con el novio inglés y que de pronto fue ella la que empezó a subir de volumen. Cuando llegamos a casa de la abuela, una enorme señora que no se parecía nada a la de las postales, se abalanzó sobre mi y empezó a besarme y a decirme cosas en francés. Luego de esa horrible experiencia, me senté en la sala a escuchar como mis tías y mi mamá hablaban de todo lo que había pasado en los muchos años que no se habían visto. Acabaron en menos de una hora (mi familia habla muy rápido) y empezaron a abrir las maletas. Luego de probarme unos 15 sweaters con nombres en francés y demasiado grandes para mis 9 años, decidieron que era tiempo de darme los juguetes. Mi tía me dijo que subiera a su cuarto y escogiera los juguetes que mas me gustaran antes que llegaran mis primos. En ese momento no me pareció algo tan injusto como ahora, asi que subi corriendo. Después de 25 minutos de sumergirme en las maletas mas grandes y solo encontrar cosas medianamente interesantes (me quedé con un par de figuras de acción del Rey León), decidí probar suerte en su bolso. Era una tarde soleada de 1994 cuando, de las profundidades de un bolso repleto de chocolates y rodeado de juguetes importados, encontré el cassette de música que cambiaría mi vida para siempre.
De camino a mi casa, convencí a mi mamá de poner el cassette en el auto. La primera canción que sonó fue Into the Groove. Boy you got to proove your love to me. No fue hasta un par de años después que pude aprenderme por completo las letras de las canciones (para entonces ya había hecho que todo mi salón tradujera Vogue para una tarea interactiva de la clase de inglés), pero desde ese momento sabía que Madonna me estaba cantando a mi y que lo nuestro iba a ser especial. Ese mismo año desperté en la cama de mis papás y escuché a alguien decir en el noticiero del canal 4 que "Madonna había sacado un nuevo y muy controversial video". El video era Human Nature (me imagino que era controversial para la televisión peruana) y debe haber sido uno de los primeros videos que vi (el cable y MTV llegaron al año siguiente). Mi mamá le dijo de todo a Madonna, pero por primera vez en muchos años, yo no estaba de acuerdo. ¿Cómo podía ser mala esta chica que bailaba tan bien y tenía el cabello tan bonito? Los bailarines la manoseaban un poco pero parecía que todos se estaban divirtiendo. Además, si había alguien que bailaba todo el bendito día en mi casa era mi mamá y eso la hacía feliz. Music can be such a revelation...
Cuando cumplí 13 años, mi crianza 185% católica empezó a atormentar mi espíritu: me había dado cuenta que no me gustaba ninguna de mis amigas, pero si varios de mis amigos. I was so going to hell. Empecé a aislarme y a pasar mis tardes en mi cama pensando en mi futuro y en la posibilidad de no ser feliz jamás. Mis depresiones pasaron desapercibidas porque siempre encontraba la manera de entretenerme y porque bueno... nunca nadie preguntó que me pasaba. Las únicas respuestas que obtuve me las daba la televisión y mis mix tapes con canciones de Madonna que grababa con una gigantesca radio ochentera. Like a Prayer fue el detonante de muchos conflictos en mi cerebro y la respuesta de algunos que ya estaban ahi. ¿Cómo puede usar un crucifijo y rodar por el suelo? ¿Quemar cruces no es como que... pecado, o algo así?. Empecé a sentir que no todo era tan malo como me lo habían enseñado en el colegio. En el video de Holiday que pasaban en la tele, el público se veía muy feliz y todo era gracias a ella. Put your troubles down. It's time to celebrate. Esa fue una de las primeras cosas que Madonna me hizo sentir: esperanza. ¿Podré ser feliz yo también? ¿Y si no me voy al infierno? ¿Y si ya no le pido a Dios que me dejen de gustar los chicos? ¿Y si mejor empiezo a pedirle que me consiga un novio? :)
Madonna no solo me ayudó a dormir mejor. Ella escribe casi todas sus canciones y como tiene mucho que decir (bitch has lived a long live), su música es una inacabable colección de sabiduría bailable. Madonna canta sobre (me limitaré a poner una canción por cada tema, sino no voy a acabar este post nunca): el amor perfecto (Nothing Fails), ese chico o chica que te gusta (Burning Up) o con el que agarraste/tiraste (Impressive Instant), el que no te llama (Hung Up), el que choteaste (Sorry), el que no te conviene (To have and not to Hold), el que no te conviene pero con el que igual tiraste/agarraste (Beautiful Stranger), el que no te quiere como tu a él (Take a Bow) y el que te quiere mas que a si mismo (You Must Love Me). Canta sobre sexo (Justify my Love), sobre adicciones (Voices), decisiones (Jump), sobre los fantasmas de nuestra infancia (Mother & Father) y sobre sobre como enfrentar una ruptura (The Power of Goodbye), sobre la vida (Sky Fits Heaven) y sobre la muerte (Die Another Day). Madonna le canta a gays (Nobody Knows Me) y a straights (What it feels likes for a Girl), a Jesucristo (Xstatic Process), a las masas (It´s So Cool) y al alma mas solitaria del planeta (Spirit of Love).
solo una cosa que decir: LARGA VIDA A LA REINA.
ResponderEliminaralgún día tenemos que hacer un remake de ray of light.... ese día me haré rubia.
ResponderEliminarjajaja, yay! :D
ResponderEliminaryeah!!
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