Mi mejor amiga me dijo hace poco que deje de usar la palabra "madurez" porque es muy subjetiva. Tiene razón. "El hombre sabio es aquel que se sabe ignorante" meets "Sólo se que nada se". Una vaina asi. No soy orgulloso pero como dije en un post anterior, le tengo pánico a cometer (mas) errores y por eso estoy tratando de convencerme de que ya maduré. Pero nada que ver pues. No se que haría sin mis amigos y si hay algo que me recuerda que aun tengo mucho que aprender es encontrarme con aquellos que dejaron de serlo.
A las personas que quiero, siempre les pido lealtad y que me ayuden a crecer y ser cada vez mejor, porque es lo que yo suelo ofrecer a un amigo. Pero todo eso se puede ir a la mierda en un segundo si es que la vida se pone muy dificil y las prioridades cambian. 3 de mis mejores amigos fueron consumidos de la noche a la mañana por una negatividad y un cinismo tan amargos que los volvió tóxicos. Ellos se convirtieron en el centro de su universo y no les importó a quien herían. No se si llegue a reconciliarme con ellos algún día porque honestamente no le veo sentido a una amistad unilateral. Derrepente tu, querido lector, puedes perdonar a personas como ellos, pero yo no puedo. Si hay algo con lo que no me gusta lidiar es con la
decepción.
Especialmente cuando soy yo el que ha decepcionado a alguien...
Me encontré con D. en el supermercado. Yo estaba en el pasillo de pastas y el venía directamente hacia mí. No sentí roche ni miedo, sentí emoción. Mi corazón late muy ràpido cuando lo veo porque una parte de mi cree que va a decirme "hola, oye no quise dejar de hablarte, pero fuiste un imbécil. Igual te he extrañado mucho". Su cara se ve extraña sin una sonrisa, especialmente porque siempre que estábamos juntos, nos estabamos riendo. Siguió de largo y yo regresé a mirar tristemente las pastas. No compré nada y me fuí a mi casa: nada te quita mas el hambre que ver a tu ex-mejor amigo hacer eso. El tampoco ha podido perdonarme, y me imagino que es por eso que nos llevábamos tan bien: somos muy parecidos. Ahi es cuando pienso en los otros, aquellos a los que yo ignoro en los supermercados. Mi mejor amiga tiene razón: hasta las frutas maduran mas rápido.
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